Como preparación al XII Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia, que se celebrará desde el 5 de octubre, publicaremos en los próximos días extractos del Instrumentum Laboris que servirá a los prelados como base de sus trabajos. Y como nuestro blog está dedicado a la Virgen, seleccionaremos los pasajes que se refieren a María como modelo de recepción de la Palabra para el creyente
Afirma San Máximo el Confesor: «Las palabras de Dios, si son simplemente pronunciadas, no son escuchadas, porque no tienen como voz la praxis de aquellos que las dicen. Si, por el contrario, son pronunciadas junto con la práctica de los mandamientos, entonces tienen el poder con esta voz de hacer desaparecer los demonios y de impulsar a los hombres a edificar el templo divino del corazón con el progreso en las obras de justicia»[113]. Se trata de abandonarse a la alabanza silenciosa del corazón en un clima de simplicidad y de oración contemplativa como María, la Virgen de la escucha, porque todas las Palabras de Dios se reasumen y han de ser vividas en el amor (cf. Dt 6, 5; Jn 13, 34-35).
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