Tres actitudes para la vida cristiana. Casa y escuela de comunión
La Iglesia, misterio de comunión
La Iglesia es misterio de comunión. La comunión es una realidad profunda que se manifiesta en la vida de toda la comunidad eclesial y en la vida de cada fiel. Misterio de la unión personal de cada ser humano con la Santísima Trinidad y con las demás personas. Una unión que se inicia por la fe, que se vive en la Iglesia peregrina y que se orienta a la plenitud en la Iglesia celeste.
La comunión tiene una doble dimensión: vertical y horizontal, comunión con Dios y comunión entre los hombres. Comunión con el Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo. La Iglesia, peregrina aquí en la tierra, ha de vivir la comunión con Dios y también la comunión de los fieles entre sí, participando de la vida divina y formando la familia de los hijos de Dios. Esta comunión comporta una nueva relación entre el ser humano y Dios, establecida en Cristo y comunicada en los sacramentos, que genera también una nueva relación de los hombres entre sí.
El bautismo es la puerta, la incorporación a la Iglesia, y por tanto, a la comunión eclesial. La Eucaristía es la raíz, el centro, la fuente de la comunión eclesial entre los fieles porque une a cada uno de ellos con el mismo Cristo. La Iglesia de Cristo es la Iglesia universal, es la congregación universal de los fieles que preside el Obispo de Roma, y también es esa congregación agrupada en Iglesias locales que a su vez son presididas por los obispos, en comunión con el Obispo de Roma. En las Iglesias locales se hace presente la Iglesia universal con todos sus elementos esenciales y cada una de ellas es «una porción del Pueblo de Dios que se confía al Obispo para ser apacentada con la cooperación de sus sacerdotes».
3 comentarios:
Que bueno que hayas destacado que la Eucaristía es la raíz, porque a veces lo sabemos, pero como que no somos tan conscientes de ello.
Gracias y bendiciones
Hola Jorge.
La verdad es que tengo el blog abandonado por la familia, eucaristía domestica y raiz de mi vocación....
Te deseo lo mejor en tus apostolados.
Un abrazo en Cristo y en María.
Estamos igual, por eso vengo acá después de tiempo.
Bendiciones a tu hogar
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