29. San Bernardo llama a María “camino real para hallar al Salvador y la salvación”. Si es, pues, cierto, ¡oh Reina mía!, que sois, como el mismo Santo dice, quien conduce nuestras almas a Dios, no esperéis que yo vaya a Dios si no me lleváis en vuestros brazos. Llevadme sí, llevadme, y, si resistiere, llevadme a la fuerza. Con los dulces atractivos de vuestra caridad obligad cuanto podáis a mi alma, a mi rebelde voluntad, para que deje las criaturas y busque solo a Dios y su voluntad santísima. Mostrad al paraíso cuán poderosa sois; mostrad, entre tantos prodigios, esta otra maravilla de vuestra misericordia, uniendo enteramente con Dios, a quien tan lejos de Dios estaba.
Jaculatoria:
¡Oh María! podéis hacerme santo; de Vos lo espero.
Por San Alfonso en su obra “Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima”
1 comentario:
Yo también lo espero de Ella. ¿De quién si no?
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