El amor y la muerte
El amor y la muerte
han combatido,
y la muerte al amor
no le ha podido.
Fue el amor lo primero
que el Padre quiso.
¡Ah, qué cuerpo perfecto!
-tacto divino-;
con los labios y boca
yo lo he comido,
y esa sangre encendida
yo la he bebido.
La corona de espinas
la frente ha herido,
y de perlas preciosas
quedó ceñido;
reclinó la cabeza
cual Rey invicto.
Roja llama del día,
fuerte latido;
se quedaron los hombres
de luz vestidos,
y el pecado de Adán
se fue al olvido.
Es un canto de gloria
el Cuerpo Místico:
todos gracias te dicen
¡oh Jesucristo!,
suave amor de la tierra,
cielo ofrecido. Amén.
El amor y la muerte
han combatido,
y la muerte al amor
no le ha podido.
Fue el amor lo primero
que el Padre quiso.
¡Ah, qué cuerpo perfecto!
-tacto divino-;
con los labios y boca
yo lo he comido,
y esa sangre encendida
yo la he bebido.
La corona de espinas
la frente ha herido,
y de perlas preciosas
quedó ceñido;
reclinó la cabeza
cual Rey invicto.
Roja llama del día,
fuerte latido;
se quedaron los hombres
de luz vestidos,
y el pecado de Adán
se fue al olvido.
Es un canto de gloria
el Cuerpo Místico:
todos gracias te dicen
¡oh Jesucristo!,
suave amor de la tierra,
cielo ofrecido. Amén.
Recopilado por RUFINO MARÍA GRÁNDEZ Capuchino en su libro Himnario del Misterio Pascual.
Fuente: http://www.scribd.com/doc/6768651/Himnario-Pascual
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