Un nuevo Frank Capra para el Cine

Dios habla siempre, pero en los tiempos de crisis es más escuchado. Quizás por eso haya triunfado en los Oscars de este año una pelicula con valores espirituales, como “Slumdog Millionaire” del director Danny Boyle. Este director, que estudió con los salesianos y llegó a plantearse seriamente si Dios lo llamaba al sacerdocio irrumpe en el, tantas veces corrupto, mundo del cine aportando una mirada sencilla y esperanzadora sobre el ser humano.

En los años 30 de la Gran Depresión, Dios suscitó un cineasta como Franck Capra para decir a las personas que, a pesar de la ruina economica, es bello vivir. Ahora, otro ángel del cine, una verdadera estrella, comienza a lucir en el candelero para iluminar a tantos engañados por la ilusion de control que daba la falsa sensación de prosperidad economica que hemos sufrido.

Por eso, el diario vaticano “L'Osservatore Romano” alabó la decisión de los premios de la academia a la mejor película “Slumdog Millionaire” del director Danny Boyle. La película ganadora del Oscar “es un caso artístico y productivo, interesante y ejemplar” afirmó el periodista Luca Pellegrini en el diario de la Santa Sede.

La noche de los Premios Oscar dio protagonismo a la ciudad india de Bombay que se refleja con sus contradicciones, como un lugar emblemático en el cual la desesperación y la esperanza consiguen convivir perfectamente. La trama muestra “una historia rica de sentimientos y verdad, en la cual todos se pueden identificar con facilidad”.

La película ganadora describe la historia de Jamal Malik (Dev Patel) un joven indio, criado en los suburbios de Bombay como un auténtico paria; es un slumdog –perro de la calle-. Trabaja como camarero y participa en la versión india del famoso concurso ¿Quieres ser millonario?. La película comienza, justo, cuando Jamal ha llegado a la final. Las posibilidades de ganar una importante suma de dinero están al alcance de la mano, pero no será fácil, pues la policía sospecha que hace trampas.
Está basada en la novela Q and A de Vikas Swarup, traducida al lenguaje cinematográfico por el guionista Simon Beaufoy y el director Danny Boyle, realizador de la recordada “Millones”. Desde el punto de vista cinematográfico no hay pegas: esmerada planificación y montaje, bien fotografiada, música adecuada y actores a la altura de las circunstancias.
Una historia de verdad, bien contada que, además, plantea temas de gran hondura, como cuenta el propio director en una estupenda entrevista realizada por J. J. Martín en La Gaceta de los Negocios, donde dice cosas como que “Lo verdaderamente importante es respetar la vida y amar a los demás” o sobre la alegría en medio de las dificultades y el cuidado de los ancianos, “he conocido gente que vive en un pobreza inmensa y, sin embargo, trabajan y su vida sirve de inspiración a los demás…. Y, si alguien es muy mayor para trabajar, lo cuidan. Allí no entienden por qué en Occidente no cuidamos a los ancianos..”.

El director de esta película Danny Boyle fue alumno “apasionado de teatro” de la escuela salesiana de Bolton y en su juventud se había planteado ser sacerdote.