El lago Nahuel Huapí (en araucano Isla del Tigre), uno de los mayores (75 kilómetros de largo y 550 km2 de superficie), y más bellos de la Argentina, divide sus frías aguas entre dos diócesis: al sur San Carlos de Bariloche y Neuquén en la ribera norte.
El pasado domingo 15 de febrero, surcando este majestuoso espejo de agua, tras haber partido de la catedral barilochense, donde se encuentra habitualmente, la histórica imagen de Nuestra Señora del Nahuel Huapí arribó al puerto de Bahía Mansa, en la costa norte del lago, sobre la veraniega Villa La Angostura. Durante el trayecto lacustre la imagen mariana estuvo acompañada por el obispo de San Carlos de Bariloche, monseñor Fernando Carlos Maletti, y el sacerdote claretiano Pascual Bernik, rector de la catedral.
En el puerto la recibió el párroco de Nuestra Señora de los Lagos, de Villa la Angostura, presbítero Federico Wernicke, un sacerdote porteño que desde hace dos años decidió “dar una mano” en la diócesis neuquina. Lo acompañaba una nutrida feligresía y numerosos turistas y visitantes, que recibieron a la Virgen del Nahuel Huapí con cantos, aplausos y una lluvia de pétalos de flores.
Es éste el quinto año consecutivo en que la imagen de Nuestra Señora del Nahuel Huapí sale en peregrinación por los lagos y las poblaciones ribereñas.
El padre Bernik explicó que esta imagen de la Virgen “nos recuerda que Dios nos estuvo hablando hace más de 300 años en esta región y que esa evangelización fue confirmada con sangre de mártires que fueron semillas de cristianos. Recordó a los padres jesuitas Mascardi y Guillelmo, que proclamaron a la Virgen patrona de los Poyas y de los Puelches.
La Misión Nahuel Huapí fue fundada en 1670 por el padre jesuita Nicolás Mascardi y un grupo de indios poyas (antiguos habitantes de la zona anteriores a la invasión de los mapuches) quienes fueron víctimas de una “maloca” y encerrados en la cárcel de Calvuco, Chile. Tras arduas gestiones durante cuatro años por parte del padre Mascardi ante las autoridades españolas, fueron liberados.
La Misión Nahuel Huapí fue presidida por una imagen de la Virgen María, enviada desde el Alto Perú al padre Mascardi, en reconocimiento a su gran sacrificio. Entronizada por Mascardi como Nuestra Señora de los Poyas, hoy es llamada Nuestra Señora del Nahuel Huapí, titular de la iglesia catedral de San Carlos de Bariloche y de la ciudad.
La Misión Nahuel Huapí fue incendiada y destruida totalmente el 14 de noviembre de 1717. Tiempo después la imagen de la Virgen fue encontrada intacta envuelta en un cuero de caballo, escondida entre las matas a orillas del lago. Es trasladada a Chile por el padre Jaspers pero sin que queden rastros precisos del lugar donde fue colocada.
El padre Mascardi murió mártir el 15 de febrero de 1674 y otros sacerdotes, como el padre Felipe de la Laguna (holandés) enviado también en misión, murió envenenado con chicha en 1707. Continúa la misión el padre Juan José Guillelmo (italiano), también muerto por los indígenas. Asume la misión el jesuita chileno Francisco De Elguea, también asesinado por los mapuches el 14 de noviembre de 1717 con varios laicos.
La réplica exacta de esta bellísima imagen, tallada en alerce helado, se encuentra en la catedral barilochense desde el 4 de junio de 2004. Desde entonces, se realiza en el lago Nahuel Huapí la “Peregrinación Naútica” en memoria y homenaje a la Virgen y a tantos mártires sacerdotes, laicos y nativos originarios que dieron su vida por el Evangelio.+
Fuente: http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=15639&format=html&fech=2009-02-18
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