LAS CONFESIONES DE SAN PABLO (XX),
por el Cardenal Carlo Maria Martini.
Conversión y desilusión. La historia de los hechos.
¿Qué sucedió en realidad? Algunos hechos son bastante evidentes. Después de la conversión, Pablo comienza a predicar en Damasco. Posiblemente las autoridades se preocupan y suscitan una tal oposición que tiene que huir. No se lee que la comunidad lo haya apoyado ni llamado: representaba un factor de desorden, aunque lo admiraran por su celo. Después de esta huida no se reseña que haya regresado a Damasco o haya cultivado ese grupo de discípulos.
En Jerusalén sucede más o menos lo mismo: no peligros clamorosos como los de Damasco, ni por tanto una fuga tan aventurada; pero su predicación se hace cada vez más vistosa y los hermanos se preocupan por él y lo mandan a su patria. En otras palabras, se le agradecen los servicios prestados y se le manda a su pueblo.
Después de los acontecimientos de Damasco y de Jerusalén, sigue un periodo de absoluta soledad y desconsuelo en su patria. En resumen, la historia de los diez años después de Damasco, que comprende la edad de Pablo desde los 25 o30 años a los 35 o 40, podemos reconstruirla, entonces, como molestia en Damasco, incomprensión en Jerusalén, momentos de soledad y silencio en Tarso.
Estas meditaciones están recogidas en el libro “Las confesiones de San Pablo”, editadas por la Editorial San Pablo en su colección Espiritualidad Nueva. Recomendamos vivamente la compra y lectura de este libro, que apenas cuesta 8 €, pues lo que ofrecemos en este blog son extractos del mismo.
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