La niña Maria dormida, toda inmaculada, sin saberlo ELLA. Dios mirando al mundo y sonriéndole a gusto por primera vez hace muchos siglos.
Ana y Joaquín hablando bajito las últimas palabras, mientras se apagan las últimas brasas de la cocina.
La niña María dormida, abrazando a su muñequito y, quién sabe si, soñando que Dios se hace así pequeñito como un muñequito de trapo; algo así como para vestirle y peinarle y reírle y decirle: "No llores, que te doy un beso".
La niña María con sus seis años, soñando cosas de chiquillos mientras las personas grandes y que se acuestan tarde, piensan en cosas sensatas como comer cordero, beber vino y contar dinero.
Cuando se hace de día en el pueblo y cantan los gallos y suenan las esquilas y padre Joaquín toma la azada y el botijo para salir a trabajar en la pieza, la niña María abre los ojos y sale revoleteando por todo, como los pájaros que estaban dormidos en la higuera de la puerta de casa.
Tomado del libro: "María, el Carpintero y el Niño", de P. Pedro María Iraolagoitia, S.J., Ediciones Mensajero
http://www.mensajero.com/catalogo.php?q=Iraolagoitia&x=0&y=0
Recomendamos su compra y su lectura completa, pues lo que ofrecemos en este blog son extractos del mismo.
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