RINCÓN MARIANO: Hoy fiesta de San Juan Evangelista, nos vamos de viaje a Éfeso, a la casa donde vivió con la Santísima Virgen María. Que lo disfruteis:
MERYEM ANA EVI: LUGAR DE ENCUENTRO
«Menciona a María, en el Libro. Ella dejó su familia y se retiró a un lugar hacia el Oriente» (Corán, XIX, 16) «¿Que mejor lugar de peregrinaje que la Casa de la Virgen, Meryem Ana Evi, en turco, situada en Efeso? Y ¿qué lugar más propicio para comenzar la peregrinación interior, o dicho de otra manera para retornar, que esta Casa donde Juan, al que Jesús amaba, condujo a su «madre», que el Señor le había confiado al morir; sobre esta montaña de Efeso donde, quizás, ella tuvo su Dormición?. Es de ahí de donde el peregrino retornará, entrando en el «Camino sin camino», según la expresión del Maestro Eckhart.»
La "Meryemana Evi" en Efeso (Turquía) fué redescubierta en el siglo XIX (gracias a una visión de A. K. Emmerick), la "Casa de la Virgen María" tiene dos habitaciones contiguas. En la mayor, llena de ex-votos cristianos y de velas, se dice la misa mientras que en la segunda en la que penden cintas de seda coloreada, que tienen la misma función de ex-votos, se encuentran alfombras de oración musulmanas.
Se encuentra la casa a 8 km. de Selcuk, en el monte Aladaj, «La casa de la Virgen» estaba hecha de piedras cuadradas, redondas u octogonales y de ladrillos. Anne Catherine Emmerich, estigmatizada y visionaria, anunció que la Virgen habría muerto en Efeso, que su morada se encuentra en una colina, al final de un camino de mulas, frente al mar Egeo y a la isla de Samos. Es gracias a estas revelaciones como se encontraron los cimientos de la casa donde la Virgen vivió sus últimos años y que fue, tras su muerte transformada en capilla.
El santuario de la Virgen se llama Bulbuldag, montaña del ruiseñor. María habría elegido un lugar solitario, porque deseaba vivir sus últimos años apartada y en contemplación. El Nuevo Testamento y los textos apócrifos de los primeros siglos no hablan de la presencia de María en Efeso. Pero se sabe con certeza (lo confirman Ireneo, Policarpo e Hipólito, Policrate, Clemente, Origine.....) que en Efeso vivió Juan. Y al apóstol predilecto, Cristo, en la cruz, antes de morir, le confió a su madre. Por tanto Jesús - dice el Evangelio - al ver a su madre y a su lado al discípulo que amaba, dijo a la madre: ¡Mujer, aquí está tu hijo!. Después dijo al discípulo: ¡Aquí está tu madre!. Y desde aquel momento el discípulo la acoge en su casa. Por tanto, la Virgen podría, razonablemente, haber seguido a Juan hasta Efeso. En favor de esta teoría, está también la presencia, en Efeso, de una basílica de la época constantiniana que estaba dedicada a la Virgen María. En dicha basílica tuvo lugar, en el año 431, el tercer Concilio Ecuménico, que proclamó a la Virgen "Madre de Dios".
Su descubrimiento
Debemos el descubrimiento de la Casa de la Virgen en Efeso a un conjunto de circunstancias bastante asombrosas y completamente providenciales. Las visiones de Ana Catharina Emmerick, la gran estigmatizada de Dülmen, tan precisas sobre la vida de la Virgen María, inspiraron en 1880 a un sacerdote francés, el padre Gouyet, la idea de dirigirse a Efeso para constatar sobre el lugar la veracidad de esas palabras y para quizás descubrir el lugar de la casita de Efeso. Tras algunas investigaciones, llegó el padre Gouyet a un lugar donde se encontraba una ruina y cuando pregunto por el nombre de ese lugar, alguien le respondió: Panaya Kapoulou, la «puerta de la Virgen». A través de la memora humana los habitantes de la región celebraban allí cada 15 de agosto la Asunción de la Virgen porque, decían ellos, era en esta casa donde ella murió.
Las primeras muestras extraídas confirmaron la antigüedad de sus cimientos y el descubrimiento fue autentificado por Monseñor Timoni, arzobispo de Esmirna, 1892. Es así como la Casa de la Virgen, donde la Madre de Jesús vivió exilada cerca de San Juan, es un santuario marial desde hace más de un siglo y sobre todo, por el hecho de la veneración del Islam hacia la Madre de Jesús, la casa es lugar de peregrinaje común tanto para los cristianos como para los musulmanes contando con más de 300 000 peregrinos cada año.
Descripción de los lugares según Anna Catherine Emmerick.
« Su casa estaba situada a tres leguas y media de ahí, en la montaña que se veía a la izquierda viniendo de Jerusalén, y que descendía en pendiente suave hacia la ciudad. Cuando se viene del Sur, Efeso parece reunida al pié de la montaña; pero a medida que se avanza, se la ve desplegarse todo alrededor. En medio se ven hileras de arboles magníficos, después estrechos senderos conducen sobre la montaña, cubierta de un verdor agreste. La cumbre presenta una planicie ondulada y fértil de un media legua de contorno: es ahí donde se estableció la Santa Virgen (...)
Antes de conducir a la santa Virgen a Efeso, Juan había hecho construir para ella una casa en ese lugar, donde ya muchas santas mujeres y varias familias cristianas se habían establecido, antes incluso de que la gran persecución estallara. Permanecían en tiendas o en grutas, hechas habitables con la ayuda de algunos entablados. Como se habían utilizado las grutas y otros emplazamientos tal y como la naturaleza los ofrecía, sus habitaciones estaban aisladas, y a menudo alejadas un cuarto de legua unas de otras. Tras la casa de María, la única que era de piedra, la montaña no ofrecía hasta la cumbre, más que una masa de rocas desde donde se veía, más allá de las copas de los arboles, la villa de Efeso y el mar con sus numerosas islas (...)
La casa de María era cuadrada, solamente la parte posterior estaba redondeada; las ventanas estaban situadas en lo alto de las paredes y el tejado era plano. Estaba dividida en dos partes por el hogar, situado en el centro ...»
Una peregrinación islamico-cristiana
La Casa de la Virgen, en Efeso, en tanto que santuario, es el lugar de un encuentro excepcional entre los cristianos y los musulmanes, «en el que los Católicos celebran la misa, mientras que los Musulmanes oran en la habitación adyacente; los diversos ex-votos muestran que la Virgen otorga milagros tanto a unos como a otros». Pero también de manera simbólica, ella prefigura la unanimidad de todos los Ahl al-Kitab, de todas las Gentes del Libro. Es así como Frithjof Schuon escribió: «Madre de todos los profetas y matriz de todas las formas sagradas, ella (la Virgen María) tiene su lugar de honor en el Islam siempre perteneciendo a priori al Cristianismo; por este hecho, ella constituye una especie de unión entre las dos religiones, las cuales tiene en común que intentan universalizar el monoteismo de Israel»
Y Louis Massignon, en 1961, en la revista Notre-Dame d'Ephèse decía: «Efeso debe llegar a ser, antes de la reunión final en Jerusalén, para todos los grupos cristianos y musulmanes, el lugar de la reconciliación en «Hazrat Meryem Ana» (Nuestra Madre, en turco), esperando que Israel, reconociéndola finalmente como la gloria de Sión, reúna esta unanimidad tan deseada»
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- Sobre la «Casa de la Virgen» se puede consultar: http://www.frat-ephesienne.org/index.html .
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