La Virgen María, a quien Dios asoció de modo singular a la realeza de su Hijo, nos obtenga acogerlo como Señor de nuestra vida, para cooperar fielmente en el acontecimiento de su reino de amor, de justicia y de paz.
Benedicto XVI. Solemnidad de Cristo, Rey del universo
Domingo 20 de noviembre de 2005
No hay comentarios.:
Publicar un comentario