"No hice nada para llegar a los 100, mis años son obra de Dios y de la virgen María", sintetizó ayer en el día de su cumpleaños Lucía Binda, una coqueta centenaria que desde hace más de 40 años vive en La Plata (Argentina).
Con una sonrisa imperturbable, Lucía repasó distintos tramos de su vida, desde sus primeros años en Tapalqué junto a sus 11 hermanos hasta su juventud en Olavarría. "Yo era la más chica, mis padres fallecieron cuando era pequeña, ellos como el resto de mi familia murieron muy jóvenes, pero parece que yo quedé para semilla", dijo entre risas.
La temprana pérdida de sus padres hizo que María, la hermana mayor, se pusiera al frente de la crianza de todos y la hiciera forjar con ella una relación entrañable. "Nos cuidó a todos, a mi me mimaban y protegían mucho y como tuve parálisis infantil, una maestra venía a mi casa a enseñarme a leer y a escribir. Cuando cumplí 8 años me operaron las piernas y de jovencita aprendí corte y confección. Mis hermanos se peleaban para que yo fuera a vivir con ellos, pero decidí tener una casa propia en Olavarría, cosía y también daba clases a otras chicas para poder mantenerme", contó con una memoria prodigiosa.
Lucía es alegre, conversadora y muy amigable tanto con sus compañeras como con el personal de la residencia geriátrica en donde vive -18 entre 61 y 62-, lugar al que siempre van a visitarla sus sobrinos. "Me atienden como si fueran mis hijos, siempre fui muy querida y puedo decir que en todos mis años la pasé bien", agregó esta mujer que confesó pasar noches en vela recordando a sus hermanos.
"No tengo algo en particular para recordar como el mejor momento de mi vida, aunque es muy lindo pensar en mis hermanos y en la enorme cantidad de amigos que siempre me acompañó. También tuve novios, pero amantes nunca", afirmó en forma tan categórica como pícara.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20081122/laciudad27.htm
RINCÓN MARIANO: Felicidades Lucía y que la Virgen te conserve el espiritu de abnegación y de alegría para la Vida Eterna.
Con una sonrisa imperturbable, Lucía repasó distintos tramos de su vida, desde sus primeros años en Tapalqué junto a sus 11 hermanos hasta su juventud en Olavarría. "Yo era la más chica, mis padres fallecieron cuando era pequeña, ellos como el resto de mi familia murieron muy jóvenes, pero parece que yo quedé para semilla", dijo entre risas.
La temprana pérdida de sus padres hizo que María, la hermana mayor, se pusiera al frente de la crianza de todos y la hiciera forjar con ella una relación entrañable. "Nos cuidó a todos, a mi me mimaban y protegían mucho y como tuve parálisis infantil, una maestra venía a mi casa a enseñarme a leer y a escribir. Cuando cumplí 8 años me operaron las piernas y de jovencita aprendí corte y confección. Mis hermanos se peleaban para que yo fuera a vivir con ellos, pero decidí tener una casa propia en Olavarría, cosía y también daba clases a otras chicas para poder mantenerme", contó con una memoria prodigiosa.
Lucía es alegre, conversadora y muy amigable tanto con sus compañeras como con el personal de la residencia geriátrica en donde vive -18 entre 61 y 62-, lugar al que siempre van a visitarla sus sobrinos. "Me atienden como si fueran mis hijos, siempre fui muy querida y puedo decir que en todos mis años la pasé bien", agregó esta mujer que confesó pasar noches en vela recordando a sus hermanos.
"No tengo algo en particular para recordar como el mejor momento de mi vida, aunque es muy lindo pensar en mis hermanos y en la enorme cantidad de amigos que siempre me acompañó. También tuve novios, pero amantes nunca", afirmó en forma tan categórica como pícara.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20081122/laciudad27.htm
RINCÓN MARIANO: Felicidades Lucía y que la Virgen te conserve el espiritu de abnegación y de alegría para la Vida Eterna.
2 comentarios:
Que Dios nos conceda una vida larga, muy larga, para desagraviarle y para amarle con todas nuestras fuerzas.
Un beso, feliz finde querido Radiomariano.
PD: Me he quedado impresionada con la polaca que caminó hasta Medjugorje...
Pues creo que los tiros andan por donde indicas en tu blog, rezarle mucho a las ánimas benditas del Purgatorio.
Muy bueno lo del "clavo"; haber si encuentro en internet el texto para enseñarsela a mi hija adolescente, que está desatada de la lengua.
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