Proposición 25
Necesidad de dos niveles en la investigación exegética
Sigue siendo de gran actualidad y eficacia la hermenéutica bíblica propuesta en Dei Verbum 12, que, para un adecuado trabajo exegético, prevé dos niveles metodológicos, distintos y correlativos.
El primer nivel corresponde, de hecho, al llamado método histórico-crítico que, en la investigación moderna y contemporánea, a menudo fué utilizado con fruto y que entró en el campo católico, sobre todo a partir de la encíclica Divino Afflante Spiritu del siervo de Dios Pío XII. Este método se hace necesario por la naturaleza misma de la historia de la salvación, que no es una mitología, sino una verdadera historia con su ápice en la encarnación del Verbo, divino y eterno, que viene a habitar el tiempo de los hombres (cf. Juan 1, 14). La Biblia y la historia de la salvación exigen por tanto estudiarse también con los métodos de la seria investigación histórica.
El segundo nivel metodológico, necesario para una interpretación justa de las Sagradas Escrituras, corresponde a la naturaleza también divina de las palabras humanas bíblicas. El Concilio Ecuménico Vaticano II justamente recuerda que la Biblia debe ser interpretada con el auxilio del mismo Espíritu Santo que guió su redacción.
La hermenéutica bíblica no puede considerarse cumplida si -junto al estudio histórico de los textos- no busca también de manera adecuada su dimensión teológica. La Dei Verbum identifica y presenta las tres referencias decisivas para llegar a la dimensión divina y, por tanto, al sentido teológico de las Sagradas Escrituras. Se trata del contenido y de la unidad de toda la Escritura, de la tradición viva de toda la Iglesia y, finalmente, de la atención a la analogía de la fe. "Sólo donde se observan los dos niveles metodológicos, el histórico-crítico y el teológico, se puede hablar de una exégesis teológica, una exégesis adecuada a este libro" (Benedicto XVI, 14 de octubre de 2008).
Traducido del italiano por Nieves San Martín
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