Rincón Mariano, es un blog de Amigos de la Virgen.
"Un espacio de encuentro" de información, comunicación y participación.
Difunde medios, enlaces, noticias y actividades, de contenido católico.
Club de los Sitios Católicos Clic para escuchar Radio en Vivo

martes, 25 de noviembre de 2008

El abecedario de noviembre (X)

SANTA XENIA DE SAN PETERSBURGO

LA SANTA MENDIGA Y NECIA




Inapreciable bien es la salvación del hombre, cuando es el objetivo de su vida terrenal, y el conocimiento y la meditación sobre los sacrificios espirituales de los santos, le otorga a la persona, una gran inspiración espiritual. El Santificado Concilio de la Iglesia Ortodoxa Rusa, para que vean la fuerza y la gloria de Dios, y para aumentar el regocijo de los fieles, después de estudiar la vida, los milagros, las obras y sacrificios espirituales de los abajo mencionados santos piadosos de la historia del tiempo de la iglesia rusa, resuelve su canonización.
El Concilio resuelve que ante el convencimiento total de la comprobación y la fidelidad de los milagros, por las oraciones realizadas por estos santos, remarcando todos los aspectos de su piedad cristiana, de su vida espiritual elevada y su servicio a la Iglesia: Que es la voluntad del Espíritu Santo y la nuestra incluir entre los santos de Dios para que la honren todos los fieles a la siguiente asceta de la Devoción cristiana. Beata Xenia de San Petersburgo (siglo XVIII y comienzo del siglo XIX) que hacia la vida de "necia por Cristo," fue honrada también durante su vida terrenal y durante los siglos XIX-ХХ como taumaturga y como una persona que pronto acudía al socorro de los que pedían su intercesión ante el Señor. Por su salvación y por amor hacia los demás ella tomó sobre si el sacrificio espiritual de hacerse pasar por necia. Por sus oraciones, ayunos, peregrinaje, paciencia y tolerancia para soportar con humildad las burlas, la Beata, recibió de Dios los dones de clarividencia y de milagros. Su capilla en el Cementerio de Smolensk está siempre colmada de agradecimientos por los milagros ocurridos por su intercesión a través de su oración ante Dios.

Ella tomó un camino muy difícil y pesado, como el de hacerse pasar por "necia en Cristo." Después de vestirse con las ropas de su marido, y trató de convencer a todos de que Andrey Feodorovich, su esposo no falleció, que la que falleció era su esposa Xenia, nunca más tampoco respondía si la llamaban Xenia, pero si lo hacia con gusto, cuando la llamaban por el nombre de Andrey Feodorovich. Xenia, no tenia un domicilio determinado. Por lo general ella deambulaba por parte de San Petersburgo, y también en los alrededores de la Iglesia del Apóstol San Mateo, en donde vivía gente poco rica en viviendas de madera.

El extraño traje de la pobre y apenas calzada mujer, que no tenía donde apoyar su cabeza, el sentido alegórico de sus conversaciones, su completa humildad y mansedumbre — daban muchas veces la ocasión de que las personas malignas y los pilletes callejeros se rieran y se burlasen de la beata. Pero delante de la Beata siempre estaba la imagen del gran Sufriente — Jesucristo, que llevaba sin quejas, las humillaciones, el ultraje, la crucifixión, y la muerte. Este es el motivo por el cual la Beata soportaba todo tipo de burlas sin lamentos. Solamente una vez, cuando ella ya era considerada como taumaturga, los lugareños de San Petersburgo, la vieron muy enojada. Los galopines callejeros al ver a la Beata, comenzaron como de costumbre a burlarse, pero ella al igual que otras veces soportaba esto resignadamente. Pero los sinvergüenzas no se limitaron solo a las burlas. Viendo el desamparo y la resignación de la Beata, comenzaron a tirarle barro y piedras... Por lo visto la Beata, no tuvo más paciencia, como torbellino arremetió contra los pilluelos, amenazándolos con su palo, el cual siempre llevaba consigo. Los lugareños de esta parte San Petersburgo, al ver a la santa tan enojada se espantaron con la horrible conducta de los muchachos e inmediatamente tomaron todas las medidas para que nadie más ofenda a la Beata.

De a poco se acostumbraron a las rarezas de Xenia y se dieron cuenta de que ella no era una simple pobre mendiga, sino que era — una persona singular. Por ello muchos comenzaron a tenerle compasión y trataban de ayudarle con algo. Esta misericordia, comenzó a mostrarse después que la ropa de su marido se fue deshaciendo, ella, empezó a usar unos harapos, y a calzar con zapatos rotos sus pies lastimados por el frío. Muchos al ver que ella apenas se cubría, y que permanecía tiritando, o que estaba mojada, comenzaron a darle ropa abrigada, calzado, limosna, pero Xenia, no aceptaba ponerse vestimenta abrigada, y toda su vida permaneció en harapos con una pollera verde y una blusa roja o al revés, con una pollera roja y una blusa verde.

Limosna tampoco recibía, solo tomaba de la gente buena unas monedas, e inmediatamente se las entregaba a personas indigentes como ella. Diariamente Xenia iba caminando errante por las sucias y sin pavimento calles de San Petersburgo y rara vez entraba en la casa de sus conocidos, comía, conversaba y luego seguía su camino. Por mucho tiempo no se supo el lugar dónde ella pasaba sus noches. No solo comenzaron a interesarse los lugareños de San Petersburgo, sino que también lo hizo la policía ya que les parecía eso algo muy extraño. Decidieron entonces averiguar el lugar donde la extraña mujer pasaba sus noches y que es lo que ella hacia.

Tanto los ciudadanos de San Petersburgo, como la policía supieron satisfacer su curiosidad, y con ello quedaron tranquilos. Resultó que Xenia, sin prestarle atención al tiempo ni a las inclemencias climáticas, se iba de noche al campo, en la cual se quedaba de rodillas hasta la madrugada hasta que salía el sol, alternando con inclinaciones de rodillas y con la cabeza hasta el suelo, haciéndolo hacia los cuatro puntos cardinales en forma alternada.



PARA SABER MÁS: http://www.fatheralexander.org/booklets/spanish/xenia_san_petersburgo.htm

No hay comentarios.: