EL SECRETO DE MARÍA (XVII)
“Ir de este modo a Jesús por María es verdaderamente honrar a Jesucristo..., practicar la humildad, que arrebata siempre el Corazón de Dios”.
En el mundo, si quieres hacerte oír, hay que recurrir a los poderosos. En el cielo solo se oye a los humildes y, sobre todos ellos, a María, la más pequeña, que contuvo en su seno al más grande.
Dejemos que San Luis María nos siga descubriendo los secretos que María guardaba en su corazón.
¡Ah!, roguemos a esta buena Madre y Señora, que después de recibir nuestro pobre presente, Ella lo purifique, Ella lo santifique, Ella lo suba de punto y lo embellezca de tal suerte, que le haga digno de Dios. Todas las rentas de nuestra pobre alma, para Dios Padre, son menos, para ganar su amistad y gracia, de lo que sería para un rey la manzana agusanada que para pagar su arriendo le presentara un pobre colono de su majestad. ¿Qué haría este pobre hombre si fuera listo y tuviera cabida con la reina? Benévola ella con el pobre campesino y respetuosa con el rey, ¿no quitaría a la manzana lo que tuviera de agusanado y de podrido y la pondría en fuente de oro, rodeada de flores? Y el rey, ¿no la recibiría sin inconveniente y aun con gusto, de manos de la reina, que tanto quiere al campesino? Modicum quid offerre desideras?, manibus Maríae tradere cura, si non vis sustinere repulsam. ¿Deseas ofrecer alguna poca cosa?, dice San Bernardo. Por manos de María procura entregarla, si no quieres sufrir repulsa
2 comentarios:
Gracias
Nuestra gran medianera, ante Jesús.
Que dicha tenemos. Y Ella, tan hermosa y amorosa.
Gracias!!
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