3. “Sus lazos son ligaduras de salud”. Dísenos el devoto Pelbarto que la devoción a María es señal de predestinación. Supliquemos, pues, a Nuestra Señora que con amorosos lazos nos asegure siempre y cada vez más fuertemente en la confianza de su protección.
Jaculatoria:
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
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