Las confesiones de San Pablo (42)

LAS CONFESIONES DE SAN PABLO (),

por el Cardenal Carlo Maria Martini.

CONCLUSION.

Pablo nos deja así, testimoniando la total dedicación apostólica y el profundo desapego, signo de su fidelidad a la intuición originaria: es Dios es quien salva, es Jesús quien se le apareció en el camino de Damasco y al que le debe todo. Si Jesús se le apareció con poder cuando era pecador, esto vale también para la comunidad y para cualquier hombre. La comunidad es lo que es, no porque Pablo haya hecho algo, sino porque Jesús se manifiesta con potencia y se manifestará en el corazón de cada uno.

Moisés había ya escuchado en el monte esta Palabra: “Yo haré pasar delante de ti toda mi belleza y pronunciaré ante ti el nombre de Yahvé, pues haré gracia a quien yo quiera y mostraré misericordia para con quien yo quiera tenerla”(Ex. 33, 18-19).

En la comprensión neotestamentaria significa que Dios es el origen y la fuente de toda misericordia. No es nuestro esfuerzo, ni nuestra atención: cuando hayamos hecho todo, todavía la balanza se inclina de parte de la misericordia de Dios.

Es él quien nos salva, él quien nos ama.

Ahora Pablo puede despedirse de nosotros, por lo menos temporalmente, después de habernos hecho algunas de sus confesiones y habernos comunicado algo de su experiencia.

Estas meditaciones están recogidas en el libro “Las confesiones de San Pablo”, editadas por la Editorial San Pablo en su colección Espiritualidad Nueva. Recomendamos vivamente la compra y lectura de este libro, que apenas cuesta 8 €, pues lo que ofrecemos en este blog son extractos del mismo.

RINCÓN MARIANO: Con esta entrada terminamos la publicación de extractos del libro del Cardenal Carlo Maria Martini. Esperamos que os hayan ayudado en profundizar en la figura San Pablo y en vuestra vida. No obstante, durante lo que queda de año paulino, cada lunes, publicaremos algunas de las doctrinas que Benedicto XVI ha ido impartiendo durante sobre Pablo.