Catequesis de San Pacomio a propósito de un monje rencoroso.
La reconciliación de los hermanos en Cristo es fruto de la Pascua.
La reconciliación de los hermanos en Cristo es fruto de la Pascua.
Hijo mío, no condenes a ningún hombre, si ves que alguno es alabado, no digas: "Este ya ha recibido su recompensa". Cuídate de este pensamiento pues es muy malvado. Dios no ama a quien se alaba a sí mismo y odia a su hermano. Pues quien se dice a sí mismo: "yo soy", cuando no es nadie, se engaña a sí mismo (Ga 6,3). ¿Quién podrá ayudarlo si es orgulloso, si se presenta del mismo modo en que se presenta Dios diciendo: Nadie es como yo (Ex 9,14)? Oirá en seguida su propio reproche: Descenderás a los infiernos, serás arrojado con los muertos, debajo tuyo estará la podredumbre, te cubrirán los gusanos (Is 14,ll.15.19). En cuanto al hombre que ha adquirido la humildad, se juzga solo a sí mismo, diciendo: "Mis pecados sobrepasan los de los demás", no juzga a nadie, no condena a nadie. ¿Quién eres tú para juzgar a un siervo que no es tuyo?. Al que esta caído, en efecto, su Señor tiene el poder de hacerlo levantar (Rm 14,4). Vigila sobre ti mismo, hijo mío, no condenes a ningún hombre, gusta de todas las virtudes y custódialas.
Catequesis pronunciada por nuestro muy venerable santo padre Pacomio, el santo archimandrita con motivo de un hermano que guardaba rencor contra otro; en tiempos del abad Ebonh, que había llevado a aquel hermano a Tabennesi. (Pacomio) le dirigió estas palabras en presencia de otros padres ancianos, para su gran alegría. En la paz de Dios! Desciendan sobre nosotros sus santas bendiciones y las de todos los santos! Que todos podamos ser salvados! Amén!
Fuente: http://www.franciscanos.net/patristica/textos/Pacomio.htm
Catequesis pronunciada por nuestro muy venerable santo padre Pacomio, el santo archimandrita con motivo de un hermano que guardaba rencor contra otro; en tiempos del abad Ebonh, que había llevado a aquel hermano a Tabennesi. (Pacomio) le dirigió estas palabras en presencia de otros padres ancianos, para su gran alegría. En la paz de Dios! Desciendan sobre nosotros sus santas bendiciones y las de todos los santos! Que todos podamos ser salvados! Amén!
Fuente: http://www.franciscanos.net/patristica/textos/Pacomio.htm
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