Un hombre verdadero
Un hombre verdadero,
llegado hasta la cima de lo humano,
ha muerto en el madero,
al golpe de mi mano,
no aceptado en su casa como hermano.
No supo de venganza
aquel que de perdón sólo sabía;
herido por la lanza,
del pecho le nacía
un río que la tierra bendecía.
El Padre al Hijo llama
y lo levanta eterno y luminoso;
el sepulcro proclama
que en este cuerpo hermoso
ha vencido la Vida al Mentiroso.
No es vacío el deseo
cuando el hombre desea sin medida,
pues mucho más poseo
en su divina vida
que todo lo que yo por mí decida.
¡Oh Cuerpo de pobreza,
dolor ayer y gozo eternamente,
ungido en la cabeza,
derrama por tu frente
el gozo que unge el gozo de tu gente!
¡Honor al Elegido,
que al alba ha madrugado, al alba clara!,
¡oh, mira complacido,
que nada te separa,
suelto en la tumba el velo de tu cara! Amén.
Recopilado por RUFINO MARÍA GRÁNDEZ Capuchino en su libro Himnario del Misterio Pascual.
Fuente: http://www.scribd.com/doc/6768651/Himnario-Pascual
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