Santa María, Madre de Dios, Protectora de África,
Tú has dado al mundo la luz verdadera, Jesucristo.
Por tu obediencia al padre y por la gracia del Espíritu Santo
Nos has dado la fuente de nuestra reconciliación y de nuestra justicia,Jesucristo,nuestra paz y nuestra alegría.
Madre de ternura y de sabiduría, muéstranos a Jesús,
tu Hijo e Hijo de Dios,
ilumina nuestro camino de conversión
para que Jesús haga brillar sobre nosotros su Gloria
en todos los ámbitos de nuestra vida personal, familiar y social.
Madre, plena de Misericordia y de Justicia,
Por tu docilidad al Espíritu Consolador,
concédenos la gracia de ser testigos del Señor Resucitado,
Para que nos transformemos cada vez más
en sal de la tierra y luz del mundo.
Madre del Perpetuo Socorro,
A tu intercesión maternal encomendamos
la preparación y los frutos del Segundo Sínodo para África
¡Reina de la Paz, ruega por nosotros!
¡Nuestra Señora de África, ruega por nosotros!
Del discurso que dirigió Benedicto XVI el 19/03/2009 a los miembros del Consejo Especial para África del Sínodo de los Obispos en la Nunciatura Apostólica de Yaundé.(Camerún).
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