Por su función social esencial, la familia tiene derecho a ser reconocida en su propia identidad y a no ser confundida con otras formas de convivencia, así como a poder contar con la debida protección cultural, jurídica, económica, social, sanitaria y, muy particularmente, con un apoyo que, teniendo en cuenta el número de los hijos y los recursos económicos disponibles, sea suficiente para permitir la libertad de educación y de elección de la escuela.
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
A LOS PARTICIPANTES EN EL REZO DEL SANTO ROSARIO
CON OCASIÓN DEL VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
EN CIUDAD DE MÉXICO
Sábado 17 de enero de 2009
1 comentario:
Si el Papa no se cansa de repetirlo, no nos cansemos nosotros.
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