Queridos amigos,
A veces recibo de algunos una pregunta angustiada: "¿Por qué después de volver al camino recto me siento atribulado?" En el corazón se insinua la duda de que la vida con Dios se vuelve más difícil.
Y lo cierto es que muchas veces es así. De hecho, Dios en su sabia pedagogía, después de la persona ha confiado a él, la purifica con muchas pruebas, como el oro que se pasando por el fuego.
El camino del amor pasa necesariamente por muchas pruebas, sin las cuales seríamos débiles e inconstantes. Acepteos de buen grado que Dios nos moldee y nos haga fuertes para sus batallas y para la gloria que quiere darnos en el cielo.
No hay que olvidar que el diablo no molesta a quienes recorren con él el camino de la perdición, pues ya son suyos. Para estos parece que todo trascurre sin obstaculos ni difilcutades. Pero, a los que están en el buen camino, los asalta tratando de desviarlos y que desistan del camino estrecho.
Que el diablo se ensaña contigo, es una buena señal. Esto significa que eres de Dios y caminas en el buen camino. Alégrate y sigue a Jesús con coraje y confianza, teniendo estrechamente cogida la mano de nuestra Madre Celestial.
Vuestro, Padre Livio.
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