Queridos amigos,
La fiesta de los Santos y la conmemoración de todos los fieles difuntos nos recuerda que el cielo es la meta a la que aspiramos. Al mismo tiempo tenemos la oportunidad de hacer el regalo de la indulgencia plenaria al alma de un difunto que se encuentre en el purgatorio con las siguientes condiciones:
- La conversión del corazón, con exclusión de cualquier afecto al pecado, incluso venial.
- La confesión individual.
- Participar en la Santa Misa y la Comunión.
- Del 1 al 8 de noviembre visitar el cementerio y, durante la visita, rezar por los difuntos.
- Desde el mediodía del 1 y durante todo el día 2 de noviembre visita una iglesia o una capilla y, durante la visita, recitar el Credo, el Padre Nuestro y una oración por las intenciones del Sumo Pontífice (Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre u otras oraciones).
Orar por las almas del purgatorio es un acto de gran caridad y nos haremos amigos de los que luego rezarán por nosotros.
Vuestro, Padre Livio
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