Una intervención sin precedentes en la historia, el patriarca ecuménico de Constantinopla Su Santidad Bartolomé I, en la Capilla Sixtina, en la tarde del sábado 18 de octubre ante la asamblea sinodal, formada por algo más de 400 cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos, y laicos y su Santidad el Papa Benedicto XVI. Es el primer patriarca ecuménico que es invitado a intervenir en el Sínodo de los Obispos de la Iglesia católica:
"Vemos este gesto como una manifestación de la obra del Espíritu Santo que está llevando a nuestras iglesias a una relación mutua más cercana y profunda, un paso importante hacia la restauración de nuestra comunión plena".
"La Iglesia cristiana es, ante todo, una Iglesia de la Escritura. Si bien los métodos de interpretación han podido variar en los padres de la Iglesia, o según escuelas o entre Oriente y Occidente; sin embargo, la Escritura siempre es recibida como una realidad viva, y no como un libro muerto".
"Toda pincelada de un iconógrafo --así como toda palabra de una definición teológica, de toda nota cantada en la salmodia, y de toda piedra tallada de una pequeña capilla o de una grandiosa catedral-- articula la divina Palabra en la creación, que alaba a Dios en todo ser viviente".
"La Palabra de Dios se encarna plenamente en la creación, ante todo, en el sacramento de la santa Eucaristía. En él la Palabra se hace carne y no sólo nos permite escucharle sino incluso tocarle con nuestras propias manos".
"En la santa Eucaristía la Palabra escuchada es al mismo tiempo vista y compartida",
"El desafío que tenemos es el discernimiento de la Palabra de Dios ante el mal, la transfiguración del último detalle o fragmento de este mundo a luz de la Resurrección".
ZS08101911 - 19-10-2008
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