La Eucaristía es también Jesucristo futuro, Jesucristo que viene. Cuando contemplamos la Hostia Santa, su cuerpo glorioso transfigurado y resucitado, contemplamos lo que contemplaremos en la eternidad, descubriendo el mundo entero llevado por su Creador cada segundo de su historia. Cada vez que lo comemos, pero también cada vez que lo contemplamos, lo anunciamos, hasta que el vuelva, "donec veniat". Por eso lo recibimos con infinito respeto.
Benedicto XVI, LOURDES, domingo, 14 septiembre 2008. Homilía que pronunció Benedicto XVI al concluir la procesión eucarística en la Pradera de Lourdes.
Traducción del original del frances realizada por Zenit.
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