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martes, 14 de octubre de 2008

La Virgen del Martirio

Hoy es la festividad de La Virgen del Martirio, patrona de La Alpujarra, que fue venerada como la Virgen del Rosario hasta 1606 cuando, al ser rescatada del pozo, según la tradición pronunció las palabras, "Martirio es mi nombre, Martirio me llamo".

¿Cuando llegó la imagen de la Virgen a Ugíjar? Trataremos de fijar la fecha de acuerdo con los datos de que se dispone.

El Rosario, como rezo de la Iglesia Católica, en que se conmemoran los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen, se inicia en el siglo XII en los Monasterios Cistercienses, alcanzando en la devoción a la Virgen en el siglo siguiente una gran expansión e incremento por influencia de las Ordenes mendicantes, y en éstas, en especial por los Predicadores Dominicos con su fórmula de repetición de Ave Marías en número variable. Fue el gran apóstol de esta devoción Santo Domingo de Guzmán (Burgos 1170- Bolonia 1221). Todo en tiempo de los Papas Inocencio III y Honorio III, siendo determinante en la vida del santo la Aparición de la Virgen del Rosario - milagro que tan maravillosamente quedó recogido por Tintoretto- pues, a partir de la misma se entregó por entero con su recién fundada Orden, a la propagación y difusión por todo lugar de esta nueva advocación de la Virgen y del rezo del Santo Rosario.

En su virtud, la imagen a Ugíjar hubo de llegar necesariamente entre la vida y obra de Santo Domingo de Guzmán. Con seguridad a fínales del XIII o, como mucho, a principios del XIV, entre otras razones porque fue en esos años cuando el fervor religioso alcanzó mayor intensidad, y, como consta en los orígenes de la Orden Dominicana, cuando se producen esencialmente la expansión de la devoción de la Virgen bajo esta advocación del Rosario y su rezo.

Relacionando todo lo expuesto anteriormente con los demás datos que se poseen, resulta esencial la propia talla de la Virgen.

Constituyen sus imágenes uno de los más importantes capítulos del arte cristiano. Habida cuenta de que la nuestra es la de una VIRGEN CON NIÑO, de pie sosteniéndolo, con gesto grave, y de color moreno - lo cual, si bien la descarta de las Vírgenes negras de las que es ejemplo fundamental la de Guadalupe, bien es cierto que este su tono viene dado en semejanza, y, también, seguramente, por el efecto de su frustrada quema, aunque conste su restauración -. Con el dato exacto de que en las imágenes del siglo XIV aparece una sensibilidad más sonriente, y se acentúa el movimiento de la cadera bajo el peso del Niño.

Tallada en madera, con rasgos muy parecidos a Nuestra Señora de las maravillas, a la del Buen Suceso, incluso a la Virgen del Mar... Todos estos elementos, circunstancias y detalles, hacen pensar que la imagen de Nuestra Señora del Rosario se asentara en Ugíjar en el Medievo, coincidiendo con el origen nuevo de la Ciudad, en el que nuestro pueblo tenía los barrios de haratalhadid o del Herrero, Barbal, Alguacil, La Plaza, El Zoco, Rambla de Hizan, Baños, Ugíjar de Albacete, de acuerdo con los libros de Habices de 1530.

Existen referencias históricas, sobre los martirios que profirieron los moriscos sublevados en La Alpujarra en 1568 a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se veneraba en la Colegiata de UXIXAR cuyo culto mantenían un Abad y seis Canónigos.

Según lo recoge el padre F. Hitos en su libro "Mártires de La Alpujarra".

"El principal instigador de estos planes sanguinarios fue Ferax Abenfarax, del linaje de los abencerrajes, salteador de caminos de los que llamaban los moriscos de La Alpujarra. En menos de quince días saquearon los moriscos de Ferax más de trescientas iglesias, destrozando sus imágenes, profanaron en ellas el Santísimo Sacramento y asesinaron más de cuatro mil cristianos, hombres y mujeres y niños, con tan exquisitos tormentos y muertes tan atroces, que no se encuentran iguales en los anales de los mártires. Y fue gran maravilla y gloria de aquellas víctimas, que ni uno solo de entre ellos renegasen y todos murieron con el nombre de Jesús y su Santísima Madre en los labios; lo cual exasperaba tanto a aquellos verdaderos mahometanos, que para evitar estos clamores piadosos, que resonaban en sus impías orejas como, blasfemias, llenábanles la boca de pólvora y prendíanle fuego. Quéjase Vander-Hammen y se queja muy amargamente el que por descuido de muchos, no celebre la Iglesia el glorioso triunfo de estos mártires, los cuales en nada ceden a aquellos de los primeros tiempos, ni por la fe y fortaleza con que sufrieron, ni por los crueles tormentos que ellos padecieron. Todo comenzó en viernes veinticuatro de diciembre de 1568 y las madres alpujarreñas, según este mismo autor, lo mismo que las de los Macabeos alentaban el martirio de sus hijos para morir ellas después.

Veintisiete años después, concretamente en 1606, se recupera la Imagen al ser limpiado el pozo del medieval barrio del Barbal, próximo a la Fuente del Arca, momento en el que según la tradición, Nuestra Señora pronunció las palabras: "Martirio es mi nombre, Martirio me llamo".


Siendo que para memoria y agradecimiento de todo y especialmente para honrar a la Santísima Virgen del Martirio, el entonces Ayuntamiento de Ugíjar toma, como relatan las crónicas, el siguiente acuerdo:

"En la villa de Ugíjar de las Alpujarras en quince día del mes de Septiembre de mil y seiscientos y seis años. En las casas de la justicia como lo tienen de costumbre, se juntara cabildo, los señores de Ugíjar conviene a saver el Sr. Juan Falcony, alcalde mayor de estas Alpujarras y Benito Hernández y Juan Sánchez Sierra, regidores perpetuos. Acordaron por sí y en nombre de toda esta villa a los del concejo que la dicha fiesta se vote para que cumpla y se haga en su Santo día una procesión a la hora de Misa Mayor con la mejor solemnidad que se pueda. Dijeron que votaban y prometieron a Dios Nuestro Señor y a su Bendita Madre que en cada un año por agora y par siempre jamás pasado el primer domingo del mes de octubre se celebrara su fiesta sin que se difiera ni deje por ninguna causa y declara que este voto y promesa se ha de empezar a cumplir y a hacer la fiesta desde el lunes primero de Octubre de este presente año al que continuarán sucesivamente en cada un año sin faltar ninguno y para que más se anime toda esta tierra a venir a la fiesta y a acompañar la fiesta de la Misa y Procesión de Nuestra Señora y para que traigan basamentos para las gentes que a ella acudieren acordaron que desde el día de las vísperas y el día siguiente de la fiesta y seis días después, que todos son ocho días, todas las personas que quisieran traer todas y cualquier mercaderías de cualquier suerte, calidad, y condición que sea, las puedan vender libre y francamente sin pagar alcabalas ni derecho alguno, que todos pongan luces y luminarias en sus casas esta noche y el señor Abad Mayor se sirva demandan se repiquen las campanas y que se pongan luminarias en la Iglesia y se ha de hacer una corrida de moros y cristianos y una fiesta de toros y una danza o las mas que se pudieren nombrándose comisarios.


Infinidad de tratadistas y autores señalan permanentemente la feria de Ugíjar como la más esencial y característica de La Alpujarra. Gerald Brennan en su ya clásico libro "Al Sur de Granada" le dedica todo un capítulo en el que, además de recordar su indiscutible importancia y utilizada en todos los órdenes, describe que la procesión de la Virgen de los Martirios era algo impresionante:

"La imagen salía de la Iglesia entre el arrebatado repicar de las campanas y el estruendo de cohetes y salvas" "Treinta hombres sostenían la plataforma.. " "cada aldea del Partido de Ugíjar tenía derecho a llevar el paso". "El cortejo era largo y sólo cuando aparecían las primeras estrellas, la procesión completaba su recorrido".


Fuente: http://personal.telefonica.terra.es/web/ugijar/virgen_del_martirio.htm

Para saber más: http://www.la-alpujarra.org/principal/Fiestas.htm


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